Publicidad

 

UC - Críticas

País: Reino Unido.
Año: 2011.
Duración: 107 min.
Género: Terror.

Dirección: Nick Murphy.
Guion: Nick Murphy y Stephen Volk.
Producción: Sarah Curtis, Julia Stannard y David M. Thompson.
Música: Daniel Pemberton.
Fotografía: Eduard Grau.
Montaje: Victoria Boydell.
Diseño de producción: Jon Henson.
Vestuario: Caroline Harris.
Distribuidora: DeAPlaneta.

Estreno en España: 27 Abril 2012.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

Interpretación: Rebecca Hall (Florence Cathcart), Dominic West (Robert Mallory), Imelda Staunton (Maud Hill), Isaac Hempstead-Wright (Tom), Lucy Cohu (Constance), Diana Kent (Harriet), Richard Durden (Alexander Cathcart), John Shrapnel (reverendo Hugh).

LOS FANTASMAS DE LA SOLEDAD

"La Maldición de Rookford" es una decepcionante cinta de fantasmas con una primera hora muy interesante y una media hora final desastrosa. El planteamiento no es demasiado original y al leer la sinopsis enseguida encontraremos muchos referentes en los rincones de nuestra mente que empiezan de forma similar, siendo posiblemente el referente más claro la novela "Otra Vuelta de Tuerca" de Henry James que a su vez ya inspiró (y en ocasiones fue plagiada) por multitud de películas de terror victoriano como "Los Otros". Pero esta vez parecía que el desarrollo iba por otros derroteros.



SINOPSIS: “La maldición de Rookford” está ambientada en 1921, en la Inglaterra de la posguerra, donde muchos de quienes han perdido a sus seres queridos buscan consuelo en el espiritismo. Atormentada por la muerte de su prometido, Florence Cathcart dedica sus energías a desmontar presuntos fenómenos sobrenaturales sirviéndose de sistemas metódicos y racionales. Cuando le piden que visite Rookford, un internado en la campiña inglesa, para investigar las supuestas apariciones del fantasma de un niño, ella se siente decidida a aceptar el reto. Ya en Rookford, se pone manos a la obra, poniendo trampas y reuniendo pruebas científicas. Poco a poco empiezan a desvelarse algunos secretos, y el misterio que rodea al fantasma parece no ser más que una broma de niños. Sin embargo, cuando Florence está lista para marcharse, tiene un escalofriante encuentro que desafía toda explicación racional.



Más allá de la presentación de personajes y la casa-orfanato donde van a suceder los hechos (algunos con una terrible dosis de "déja-vú"), el personaje central interpretado por una espléndida Rebecca Hall, se muestra como un feliz hallazgo que dota de originalidad al punto de vista de la acción. Ella es una joven escéptica que vive atormentada por la pérdida y busca desesperadamente algún indicio de verdad en las apariciones fantasmagóricas con las que se cruza para dotar de aliento a su desencantada vida donde ya no tiene cabida la esperanza de un lugar donde reencontrarse con sus muertos ni una razón para seguir viviendo. Así cada victoria suya (cuando desenmascara una mentira en las apariciones) se convierte en un dolor aún mayor en su existencia.



Esas contradicciones en el personaje de Hall se convierten en el punto que hacen que nuestro interés por la trama vaya creciendo, gracias también a la excelente ambientación, la nebulosa fotografía del español Eduard Grau y la gélida dirección de Nick Murphy. Pero todo se va al traste al llegar al tercer acto, donde el guión se desmelena como si se tratase de un capítulo de la sobrevalorada serie "American Horror Story" y las coherencias de la historia se vuelvan trampas y giros imposibles para sorprender de forma gratuita al personal, apostando por el efectismo y dejando de lado la sutileza. Una pena, porque el suspense malsano que se va desgranando desde el inicio y que culmina con las escenas de la bañera o la escena de la casa de muñecas era de lo más estimulante.



UC (Daniel Farriol).

TRAILER